Los protestas de Chile han producido una escalada de violencia, y luego de pasar por arrojar piedras, arman barricadas para impedir la libre circulación de la población y los carabineros, ahora impiden también el libre albedrío de las balas a seguir su trayectoria.
Dos casos fueron célebres, el de un chico en un puente que con tal de no dejar pasar una bala, la atropelló y otro que no contento con armar una barricada, le hizo frente a otra en las inmediaciones al centro de Santiago.
Fuentes de las fuerzas armadas, informan que los estudiantes habrían adquirido poderes monstruosos y podrían modificar las trayectorias de las balas de los policías, inclusive arrojar efectivos con sus poderes como puede verse en la imagen tomada por unos de ellos.
Fuente: El Mercurio y La Tercera.
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