Lejos de aminorar los cambios, el proyecto del gobierno acelera luego de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner y plantea un giro de 270 grados. Si bien las intenciones son buenas, los problemas técnicos de este tipo de giros no dejan de meter en contradicciones al gobierno de Cristina. "Nos pasamos de rosca con el giro y salimos para la derecha" explicaría un asesor de primera linea del gobierno. Esto incluiría las últimas medidas como el asesoramiento del FMI, el pago al club de parís, la no mención de la muerte de los tobas, etc.
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