Según los resultados de los planes para mejorar las condiciones de vida de las clases bajas de la nación, el plan falló notablemente ya que no solo no están mejor, sino que en muchos casos han empeorado. En la siguiente nota nos avocaremos a evaluar por qué falló el plan de "derrame de alegría".
Parecía que la redistribución iba a dar sus frutos, luego de que la presidenta dejara en claro que "el derrame de riqueza no funciona" y probara con el de alegría. Sin embargo las clases bajas no parecen reaccionar ante este estimulo y "los muy desgraciados ni siquiera sonrien sino que siguen en su actitud testaruda de morirse por inanición, enfermedades prevenibles y cosas así".
Aunque son optimistas con el nuevo ingreso de 180$ para los niños, ya preveen que "cuando sean viejos, estos pendejos se van a quejar que no le pagamos la jubilación, es cantada" aunque esperan "que se la banque el peronista de turno".
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