
La CGT habría tenido una reunión secreta para tratar el tema. El temor es que grupos radicalizados busquen tomar la conducción de los gremios para generar un caos en el país buscando la revolución comunista.
Moyano, actual líder de la CGT se habría reunido con el grandísimo líder de UTA (Unión Tranviarios Automotor) Roberto Fernández, con el fin de transmitir un mensaje claro, pero todavía no saben como expresarlo. El documento sería emitido el presente día pasado el mediodía cuando encuentren una forma más bonita de poner que "el poder centralizado del sindicato permite estructurar acciones conjuntas para defender los derechos de los trabajadores, dándole opciones dentro del mismo sindicato y también defender derechos, acciones y opciones de las empresas que regentean amigos y abonados."
Durante la reunión se obtuvo el apoyo del gobierno progresista de izquierda pero no tanto de la nación, a través de su austero ministro de de planificación Julio de Vido, y el apoyo del gobierno republicano de la ciudad, a través del secretario de transporte, Schavi.
Los usuarios principales perjudicados quedan en el medio del conflicto por intereses egoístas de una de las partes. Se espera que este conflicto no afecte al clima de negocios de la nación y que no aliente a otros grupos a buscar justicia por sindicalistas propios.
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